martes, 15 de septiembre de 2009

PROPUESTA ELECTORAL DEL COLECTIVO DE IZQUIERDA, elección de 2009

Elecciones de Ciencia Política 2009

Propuesta Electoral del
Colectivo de Izquierda
en el Frente de Unidad para el Cambio- Lista 10

Democratizar la Carrera y transformar la Ciencia Política

El vaciamiento radical-peronista de las instancias democráticas en la Carrera.

El proceso de renovación de autoridades en la Facultad encuentra a la Carrera de Ciencia Política sumida en una crisis y vaciamiento de sus instancias de gobierno y de debate democrático sin precedentes. Esta situación es la resultante de seis años ininterrumpidos de la gestión encabezada por la mayoría política que consagró en 2007 la reelección del actual director, el Lic. Jorge Mayer.

Dando continuidad a una tendencia ya presente durante la primera gestión de Mayer iniciada en 2004, que se inscribe en las prácticas de la prolongada gestión del radicalismo desde los inicios de la carrera, durante los últimos dos años la arbitrariedad y la prevención lisa y llana de cualquier instancia de participación democrática de los claustros, en particular de la Junta de la Carrera, fueron la premisa sobre la que reposó la gestión de Alternativa Académica (radicales, ex Franja Morada) y la UES (peronistas-kirchneristas).

El vaciamiento institucional de la Ciencia Política se vio reflejado, por un lado, en la supresión de las convocatorias regulares a la Junta para debatir y decidir democráticamente respecto a las diversas cuestiones que hacen a la vida académica de la Carrera. Durante el año 2009 la Junta no ha se ha reunido ni una sola vez, lo que pone de manifiesto la ausencia total de apego por parte de la mayoría política que gobierna la Carrera a las mínimas reglas de funcionamiento y participación democrática en ese ámbito. Asimismo, esta escandalosa situación se ha visto favorecida por la actitud contemplativa de la gestión del decano Schuster (profesor titular de nuestra Carrera) quien, frente a estos graves problemas, se ha limitado a convalidar (por omisión) el accionar político de la gestión Mayer, inviabilizando todas las iniciativas tendientes a transformar la situación actual.

La pérdida de calidad académica de la Carrera y su desvinculación con las problemáticas políticas nacionales y latinoamericanas: dos marcas distintivas de la gestión de la Alternativa Académica-UES.

Esta política de menosprecio por el debate y la falta de consideración hacia las más elementales reglas del funcionamiento democrático tuvo su expresión más emblemática, aunque no única, en el tratamiento dado por la mayoría de Alternativa Académica-UES a la cuestión de las materias optativas y seminarios. La constante negativa a promover la convocatoria a reuniones de Junta y las correspondientes comisiones de este órgano, ha sido el sesgo característico de la manipulación de la actual gestión garantizando así la aprobación de seminarios y materias optativas por “mayoría automática”, lo cual favorece la prebenda y los “amiguismos”. En la tentativa por impedir sistemáticamente la inclusión de materias y seminarios, sin el debido y necesario debate académico respecto a las necesidades y demandas de un proyecto de carrera, la gestión de Ciencia Política ha recurrido a todo tipo de recursos antidemocráticos que lesionan los principios básicos de la vida universitaria.

En el mismo sentido se inscribe el rechazo de la actual gestión de convocar y apoyar la realización de Jornadas de la Carrera, lo cual ha sido iniciativa y decisión adoptada por la asamblea de estudiantes, graduados y docentes de Ciencia Política, conformada a finales de 2007, cuyo objetivo fue promover la conformación de un espacio plural y democrático de participación de todos los claustros para llevar adelante el tan postergado debate en torno a la actualización y revisión de contenidos en la formación académica. Lejos de apoyar y promover un debate abierto y plural, y consecuentes con la política de vaciamiento institucional de la carrera asociada a una concepción y práctica de la política universitaria fuertemente tecnocrática, la dirección de la carrera ha entendido por “abrir el debate” la creación de un grupo de discusión en el sitio Facebook mostrando el nulo interés de generar un llamado a un serio debate de los tres claustros y a todas sus fuerzas políticas.

Esta actitud conservadora y antidemocrática queda también de manifiesto ante la inocultable inacción de la dirección de la carrera respecto a la convocatoria a concursos docentes, a la articulación entre investigación y docencia y a la incorporación estudiantil a este proceso de formación.

Asimismo, la negativa de la actual gestión a debatir la promoción de una política de extensión universitaria de la Facultad articulada en base a las acuciantes necesidades políticas y sociales de los sectores subalternos de nuestro país tiene su correlato en la falta de voluntad por crear espacios de debate y actividades públicas que estimulen la discusión y la reflexión crítica de los tres claustros de Ciencia Política acerca de la actualidad nacional e internacional.

La urgente necesidad de promover un cambio en la gestión de nuestra carrera con el objetivo de democratizarla, transformarla y renovar su plan de estudios, debe articularse con la promoción de un debate abierto y participativo respecto a la necesaria transformación de la Facultad de Ciencias Sociales, sus estructuras y los perfiles y contenidos de nuestra formación, como así también con el necesario debate sobre las premisas y contenidos de las políticas académicas y científicas promovidas por la actual gestión de la Universidad de Buenos Aires.

En este sentido es preciso señalar que la renovación de los cargos para la Junta de Carrera de Ciencia Política se inscribe en el ciclo electoral destinado a la renovación de las autoridades académicas de las trece Facultades que integran la universidad que se realizará a mediados del mes de septiembre.

La gestión de la UBA y la mercantilización de la enseñanza y del conocimiento.

La próxima renovación parcial de los órganos de gobierno de las facultades encuentra a la UBA en una coyuntura política marcada, entre otras cuestiones, por la consolidación de la alianza compuesta por sectores radicales, peronistas y liberales, que eligiera como rector en el año 2006 al médico veterinario Rubén Hallú. Dicha elección, tristemente recordada por la masiva presencia policial y marcada por la intolerancia política del actual rector, constituyó la respuesta de los sectores universitarios enrolados en los partidos tradicionales a la demanda del movimiento estudiantil en pos de una profunda democratización universitaria. Bajo la promesa de una reforma “democratizadora” del estatuto universitario, la candidatura de Hallú logró obtener el apoyo del llamado “bloque de los cuatro decanos” (Arquitectura, Ciencias Exactas, Filosofía y Letras y Ciencias Sociales) que sumaron su apoyo a la elección del nuevo rector.

Las falsas promesas democratizadoras de Hallú y de su coalición quedaron al desnudo en la convocatoria para la Asamblea Universitaria realizada en 2008. En el mes de octubre pasado dicho órgano sesionó y aprobó una reforma del Estatuto Universitario que tuvo por objetivo principal, no ya generar un amplio debate sobre la necesaria transformación de las estructuras universitarias en pos de su real democratización, sino más bien convalidar y profundizar el proceso de mercantilización de la UBA, impulsado por las gestiones precedentes, de mayoría radical. En dicha ocasión las discusiones acerca de la renovación y de la transformación democrática de las estructuras universitarias fueron postergadas sine die, a favor de la aprobación de una serie de artículos que revelan el manifiesto compromiso del actual gobierno universitario con la promoción del modelo “universidad-empresa” tendiente a agudizar la mercantilización y privatización del conocimiento.

En esta dirección puede señalarse la reforma de diversos artículos del estatuto que estimulan la generación de recursos propios, a través de la venta de servicios a empresas; de la promoción del arancelamiento de posgrados y doctorados como estrategias de captación de recursos para incrementar el exiguo financiamiento universitario público. Las Facultades de Veterinaria (cuna política del actual rector Hallú) y de Agronomía constituyen ejemplos pioneros, si bien no los únicos, en la promoción de convenios entre la universidad pública y las empresas privadas, que han servido a acelerar el proceso de “colonización” universitaria por parte de las grandes corporaciones.

El avance de esta política universitaria se expresó el pasado 27 de agosto cuando el Consejo Superior decidió, por votación mayoritaria (y con el voto en disidencia del actual decano de nuestra Facultad Federico Schuster y de dos consejeros estudiantiles presentes, Mariela Solesio y Mariano Blumenfeld), incorporar al presupuesto de la UBA ingresos provenientes del emprendimiento minero Bajo La Alumbrera, de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD) de Catamarca.

Entendemos que la política universitaria implementada por la actual gestión de la Universidad es una tentativa por legitimar y consolidar crecientemente un modelo universitario de producción y reproducción de saberes, crecientemente asociado a los postulados de la (ir)racionalidad económica predatoria del mercado que acompaña la consolidación de un esquema concentrador de la riqueza en nuestro país y en el resto de América Latina.

Una manifestación de esta tendencia fue expuesta a poco de asumir, en enero 2008, por el Ministro de Ciencia y Tecnología Lino Barañao, cuando en sus polémicas declaraciones (que suscitaron la saludable respuesta de algunos docentes e investigadores de nuestra Facultad) identificó la reflexión de las ciencias sociales con el pensamiento teológico. Esta condenable descalificación por la tarea desarrollada por miles de investigadores y docentes en el campo de las ciencias sociales, reposa precisamente en una conceptualización del trabajo crecientemente científico orientada a responder y satisfacer las demandas del mercado y del modelo de desarrollo en curso. La consecuencia lógica de esta concepción del trabajo investigativo y docente es, justamente, la degradación de las condiciones de producción de todo conocimiento tendiente a interpelar y cuestionar la reproducción de un orden profundamente injusto y desigual.

Estas dinámicas universitarias parecieran fortalecerse en un contexto signado por la agudización de la crisis económica nacional-internacional y la consolidación de respuestas a la crisis que tienden a beneficiar a los sectores más concentrados de la economía; agudizando aún más la ya precaria situación de los sectores populares y las condiciones salariales de las trabajadoras y los trabajadores de nuestro país. La próxima votación del presupuesto nacional 2010 arriesga en ese sentido en convertirse, bajo la presión parlamentaria de la fortalecida oposición política, en un terreno fecundo para la legitimación de las políticas de ajuste, que supondrán un congelamiento del insuficiente presupuesto universitario público y la consiguiente agudización de las precarias condiciones de trabajo y salarios docentes de la universidad.

Consideramos que sin un proyecto político-académico surgido del debate de amplios sectores políticos que participan en los distintos claustros los imperativos del mercado actuarán crecientemente como mecanismos de presión sistémica para la producción y reproducción de formas de “conocimiento de lo social y lo político” crecientemente “domesticadas” y en armonía con los imperativos de rentabilidad y eficacia. La consolidación de esta tendencia tenderá a agudizar aún más y en forma paulatina, la creciente escisión entre los procesos de formación en ciencias sociales y las necesidades sociales de los sectores populares, afectados por el paso arrollador de “Prometeo desencadenado” del desarrollo económico.

De cara a las próximas elecciones de la Junta de Carrera, los graduados que integramos el Colectivo de Izquierda consideramos que la democratización efectiva de la Carrera de Ciencia Política debe articularse a la necesidad de promover un necesario debate sobre la política académica y científica de la Facultad y de la Universidad de Buenos Aires, con el objetivo de contrarrestar las tendencias mercantilizadoras y privatizadoras del conocimiento.

En esta dirección la efectiva reunificación de la Facultad en un edificio único constituye una urgente necesidad. Al cabo de ocho años de la actual gestión de la Facultad, esta histórica reivindicación estudiantil, que ha sido acompañada por sectores del claustro de graduados y de profesores, sigue siendo aún una promesa incumplida. Esta situación atenta contra la efectiva integración de las distintas carreras, de la promoción de un debate sobre la necesaria departamentalización de la Facultad y contra la producción colectiva de conocimiento. Desde el Colectivo de Izquierda renovamos nuestro compromiso con la lucha en pos de la reunificación definitiva de la Facultad en el edificio único y nos pronunciamos y alertamos en contra de toda tentativa de las nuevas autoridades universitarias de intentar, como ha ocurrido en los años precedentes, de judicializar dicho reclamo.

Democratizar la carrera y transformar la Ciencia Política

La urgente y necesaria tarea de profunda democratización de la carrera no puede quedar sin embargo limitada a la efectiva, y por cierto indispensable, revitalización de los mecanismos institucionales básicos que rigen la vida académica de nuestra Facultad, hoy desactivados por la gestión radical en Ciencia Política. La misma supone además la creación de nuevos espacios y horizontes de debate y participación democrática que permitan la elaboración colectiva (interclaustros) de propuestas para transformar las prácticas de enseñanza-aprendizaje e investigación en la Carrera.

En esta dirección, creemos que la efectiva transformación y democratización del conocimiento y de las instituciones universitarias, debe conllevar un profundo cuestionamiento a las premisas de “productividad científica” y de “excelencia académica” hoy vigentes, con el objetivo de promover un modelo de formación universitaria efectivamente público, gratuito y de calidad. Esto supone un arduo pero sostenido trabajo y práctica académica colectiva tendiente a establecer la articulación de un diálogo fructífero de saberes que, reconociendo la acumulación de experiencias socialmente transformadoras que signan la larga trayectoria universitaria pública, permita renovar y transformar las prácticas universitarias a partir del encuentro con otras prácticas sociales y formas de conocimiento resultantes de la experiencias de resistencia contrahegemónica a la “racionalidad neoliberal”. Asumir esta perspectiva supone reconocer la existencia de otros “ámbitos” y experiencias de producción de saberes, que existen y se desarrollan más allá del ámbito universitario, con el fin de promover un modelo universitario que repose en la premisa de un efectivo derecho a la educación superior gratuita y de calidad.

En el Colectivo de Izquierda, espacio democrático de debate y construcción de las/los graduadas y graduados de Ciencia Política, trabajamos en la perspectiva de democratizar y transformar las prácticas y contenidos académicos de nuestra carrera. En este sentido consideramos que la necesaria renovación de la formación en Ciencia Política debería poder transformar las estrechas visiones académicas dominantes, que restringen el conocimiento de lo “político” y la democracia a formas técnicas e institucionales de conocimiento. La evolución reciente y actual del escenario político latinoamericano, signado por algunos originales procesos de cambio político y social, constituye una estimulante fuente de debate para enriquecer la discusión sobre las transformaciones en curso de los estados latinoamericanos, las ampliación de las fronteras democráticas y los procesos emancipatorios en Nuestra América. El análisis y debate en torno a estos procesos resultan decisivos a la hora de repensar la actual formación académica en la perspectiva de su transformación.

Desde el Colectivo de Izquierda hemos logrado desde hace ya seis años dar continuidad al trabajo y a la construcción de un espacio de debate, mismo sin contar con representantes de graduados en la Junta de la Carrera. Esto es porque justamente creemos que la transformación debe ser realizada desde una intervención política integral en la Carrera, en la Facultad y en la Universidad en general. Esta tarea, cristalizada en la promoción de charlas, iniciativas por las materias optativas, creación y mantenimiento de una lista de información electrónica para graduados, ha sido desarrollada en permanente articulación con sectores y agrupaciones estudiantiles de la carrera, en el convencimiento de que sólo podemos transformar Ciencia Política a través de prácticas que tiendan a promover la convergencia entre los diferentes claustros.

En esta elecciones hemos decidido participar y sumarnos a la conformación de un espacio amplio y transformador en el claustro de graduados, a través de la convergencia electoral con otros espacios que promueven la necesaria democratización de la carrera. En esta dirección hemos integrado el Frente de Unidad para el Cambio que postula como primera candidata a consejera por graduados a nuestra compañera del Colectivo de Izquierda, Luciana Ghiotto.

Convencidos de que la posibilidad efectiva de detener el creciente deterioro democrático y académico de nuestra carrera requiere de la convergencia de diferentes experiencias políticas que cuestionan el rumbo actual, desde el Colectivo de Izquierda convocamos a votar la Lista 10 - Frente de Unidad para el Cambio para el Claustro de Graduados - y a Mario Pecheny como director de la Carrera de Ciencia Política. Asumimos el compromiso de trabajar desde la Junta de la Carrera en las perspectivas antes expuestas, con el objetivo de democratizar efectivamente la carrera, transformar los contenidos de la enseñanza y la investigación en Ciencia Política y contribuir a la necesaria reformulación del proyecto universitario con el objetivo de garantizar una educación universitaria pública, gratuita, de calidad y estrechamente articulada con las demandas y necesidades de los sectores y movimientos populares de nuestro país.
Propuestas políticas, académicas e institucionales
del Colectivo de Izquierda de Ciencia Política.

1)Presentación de un proyecto para la promoción efectiva del debate sobre la reforma del plan de estudios de la Carrera de Ciencia Política. Consideramos, en continuidad con el trabajo realizado desde hace seis años, que la necesaria reforma académica de nuestra carrera debe reposar en un amplio y democrático debate que involucre la participación de todos los claustros. En este sentido creemos necesario que la Junta de la Carrera apruebe una convocatoria para la realización de Jornadas para la Reforma del Plan de Estudios en base a la discusión de temas y problemas que deben estar contemplados en la futura currícula de la Carrera. Esta propuesta estará articulada con los representantes estudiantiles y docentes con los que nuestro espacio viene trabajando desde hace ya varios años.

2)Las/os consejeras/os electos por el Colectivo de Izquierda promoverán asimismo la convocatoria al necesario debate sobre la departamentalización de la Facultad, el cual no puede estar escindido de la discusión en torno al sentido de la producción de conocimiento. En este sentido presentaremos un proyecto a la Junta de la Carrera, para que esta promueva en el ámbito de la Facultad la realización de jornadas de debate sobre la departamentalización, cuya preparación deberá recaer en una comisión conformada por representantes del Consejo Directivo, el Centro de Estudiantes de la Facultad y la gremial docente.

3)Continuaremos impulsando y participando en forma conjunta con el Centro de Estudiantes y representantes docentes de las acciones tendientes a lograr la finalización de las obras edilicias que garanticen la rápida inauguración y la reunificación efectiva de la cursada en el edificio único de la calle Santiago del Estero. Nos comprometemos a denunciar y luchar contra cualquier tentativa por parte de las autoridades universitarias de judicializar o criminalizar las acciones conjuntas tendientes al logro de este objetivo y al aumento del presupuesto para Sociales.

4)Promovemos la efectiva y definitiva conformación del claustro único docente, que integre a los profesores regulares e interinos, con el objetivo de lograr una efectiva democratización de las representaciones político-institucionales de las profesoras y profesores de nuestra casa de estudios y termine con la actual política de segregación en la representación de los interinos.

5)Exigimos la pronta regularización y reconocimiento salarial de la inmensa planta de docentes que trabajan ad honorem. Con este objetivo impulsaremos y acompañaremos los reclamos a favor del aumento presupuestario para la Facultad, uno de los más postergados de la UBA.

6)Renovamos nuestro compromiso con el reclamo de la gratuidad de los cursos de Posgrado y Doctorado, con el objetivo de garantizar la continuidad de la formación académica de los graduados de nuestra Facultad, que garantice la gratuidad y la calidad académica. Asimismo, consideramos importante estimular la discusión en torno a la articulación entre la carrera de grado y la de posgrado. Propiciamos la incorporación al plan de estudios de la carrera de la obligatoriedad de una tesina o trabajo final y de horas de investigación para la obtención del título. Con el objetivo de que esta iniciativa, que pretende mejorar la calidad de la formación de las/los futuras/os graduadas/os no constituya un mecanismo de “filtro” o “retención” de la matrícula, la misma deberá estar obligatoriamente acompañada por el nombramiento de tutoras/es de tesina en calidad de docentes rentados, para que las/os mismas/os puedan acompañar y orientar metodológicamente el trabajos de las/os estudiantes.

7)Impulsar la convocatoria y la agilización de los concursos docentes para la Carrera de Ciencia Política, con el objetivo de revertir la penosa situación resultante de las trabas impuestas a los concursos por parte de la actual gestión de Alternativa Académica-UES. Este mecanismo básico de la democracia universitaria resulta esencial para terminar con los nombramientos arbitrarios practicados por la gestión del Lic. Mayer y para permitir la incorporación efectiva a la planta de la carrera de graduados que han completado su formación académica con la realización de maestrías y posgrados y que hoy se encuentran, como resultado de las arbitrariedades de la actual gestión, imposibilitados de contribuir al mejoramiento de la calidad académica y a la actualización formativa y temática de nuestra carrera.

8)Propiciar un amplio debate sobre las condiciones de trabajo de los docentes auxiliares e iniciativas concretas tendientes a impedir la creciente flexibilización y aislamiento del trabajo de docentes y docentes-investigadores de la carrera.

9)Promover la discusión en torno a la reformulación de la política de extensión universitaria de nuestra carrera y de la Facultad con el objetivo de atender prioritariamente los requerimientos de diferentes organizaciones sociales de nuestro país.

10)Fortalecer las orientaciones de Teoría y Filosofía Política y Política Latinoamericana, a partir de la aprobación de materias optativas y seminarios que vayan en esa dirección. Esto debe ir acompañado de la elaboración de reglas claras de aprobación de estas materias, en un proceso amplio de selección de las mismas, y no bajo la arbitrariedad de la Dirección. A su vez, consideramos imprescindible abrir el debate sobre la oferta que la carrera hace de optativas y seminarios para las otras 4 orientaciones.

11)Realización de foros, mesas y paneles de debate en torno a la situación política y las experiencias de transformación en curso en América Latina con reconocidos profesores e intelectuales y activistas representantes del pensamiento crítico latinoamericano.

12)Promoción de becas que garanticen la participación gratuita de estudiantes y graduados en el V Congreso de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política, que tendrá lugar en la Ciudad de Buenos Aires del 28 al 30 de julio de 2010.


Por la democratización efectiva de la Carrera de Ciencia Política.
Por la transformación de la Ciencia Política y la construcción de una carrera que incorpore el debate y la reflexión sobre las experiencias emancipatorias y de transformación política de América Latina.
Por el claustro único docente.
Por la realización de una reforma del Plan de Estudios de la Carrera en la que participemos todos y todas.
Por una Facultad y una Universidad con formación académica de calidad, pública, y efectivamente gratuita.
Por el edificio único de Sociales.
Por el aumento presupuestario.
Contra la mercantilización del conocimiento.
Contra el vaciamiento académico y las prácticas antidemocráticas de la gestión de Alternativa Académica-UES.
Contra todo tipo de ajuste presupuestario en la Universidad.
Contra el golpe de Estado en Honduras y la militarización en América Latina.

En las elecciones 2009 del claustro de graduados
de Ciencia Política, votá las propuestas de las candidatas y candidatos del Colectivo de Izquierda en el Frente de Unidad por el Cambio - Lista 10.
Y votá a
Mario Pecheny
Director de la Carrera de Ciencia Política.

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