miércoles, 2 de junio de 2010

Declaración de los ATTAC europeos con respecto a la crisis griega

Todos juntos para encontrar soluciones desde los pueblos. Hagamos pagar a las finanzas y reclamemos la democracia.

Las organizaciones europeas de Attac saludan y apoyan la justa resistencia del pueblo de Grecia y otros países del sur de Europa, en su rechazo a pagar por una crisis que ha sido provocada por el sistema capitalista. Rechazamos las falsas soluciones aplicadas por los gobiernos de la UE para hacer frente a la crisis del euro.

En Grecia y en otros países europeos, los gobiernos están intentando que sea la gran mayoría de la gente la que pague por la crisis actual. La Comisión de la UE, los Estados miembros y el FMI están utilizando la crisis para imponer duras medidas de austeridad, incluyendo reducciones en los sueldos de los empleados públicos, la reducción o congelación de las pensiones, el fin de la negociación colectiva, recortes drásticos del gasto público y así sucesivamente. La estrategia de los gobiernos es utilizar estos planes para destruir lo que queda del Modelo Social Europeo. Las desigualdades ya estaban creciendo en toda Europa, incluso antes de estos planes de austeridad. Grecia y Portugal alcanzaban los niveles más altos de desigualdad dentro de la zona euro.

El “programa de salvamento del euro ", adoptado por los Estados Miembros el 11 de mayo, en modo alguno aborda las raíces de la crisis del euro. No hace sino aplazar los problemas, en vez de resolverlos.
Un programa de austeridad injusto e ineficaz para Grecia

Los agentes financieros - después de haber sido salvados con el dinero de los contribuyentes y haber causado un déficit público sin precedentes - están atacando ahora a los estados y especulando contra el euro. No solo actúan al margen de cualquier control democrático, sino que de esta forma esperan que el precio de su imprudencia sea pagado por los ciudadanos mediante fuertes recortes en los presupuestos sociales. La situación griega demuestra, una vez más, que es urgente una drástica regulación de los mercados financieros.

Antes incluso de la crisis financiera, los recortes fiscales y las medidas destinadas a favorecer a las corporaciones y a los sectores más privilegiados, han servido para agravar el déficit público. Existen además defectos evidentes en la zona euro, que, funcionando con una moneda única, carece de una política económica y fiscal unificada, lo que ha producido enormes desequilibrios comerciales entre los países europeos. Las estrategias de exportación de Alemania y otros países con superávit comercial estaban basadas en un amplio dumping salarial y fiscal.

Las drásticas políticas de austeridad que ahora exige la UE solo contribuyen al interés de los ricos y de los actores financieros. Pero la inmensa mayoría de los griegos no son privilegiados; sus salarios y sus derechos sociales están muy por debajo de la media europea. Grecia no puede ser empujada hacia salarios más bajos, tampoco hacia políticas sociales cada vez mas deterioradas, sino todo lo contrario.

Los gobiernos de la UE intentan aplicar políticas de austeridad por todas partes. Ya han empezado a hacerlo en Portugal y España. Pero sus políticas no harán sino agravar las desigualdades sociales y la actual crisis, deteriorando aún más la situación económica en Grecia y en el resto de la UE.
Un plan de “salvamento del euro “ que va a agravar la situación

La Comisión Europea se va a endeudar en los mercados financieros para poder prestar a Grecia y a otros países con problemas. En una primera etapa se prevé un “fondo de estabilización” de 60.000 millones de euros, que saldrá de los bancos y de los fondos especulativos (hedge funds). Una suma adicional de 440.000 millones de euros podría ser garantizada por los gobiernos de la zona euro.

Este plan de salvamento no resuelve ninguno de los problemas básicos intrínsecos que tiene planteados el euro desde hace ya 15 años, y que ahora se intensifican con la crisis financiera. No sirve para organizar una reducción coordinada de los desequilibrios comerciales, en particular el superávit alemán. No sirve para implantar un sistema fiscal europeo armonizado, ni tampoco para poner en marcha un presupuesto europeo efectivo, que podría ser la única herramienta fiable para hacer posible la solidaridad. Se intenta resolver una crisis de la deuda acumulando más deuda, y de esta forma atar a los gobiernos a las maniobras de los mercados financieros, los primeros y únicos beneficiarios reales de los nuevos préstamos europeos. Es mas que probable con ello se meta a Europa en un período de deflación y estancamiento sin precedentes.

A pesar de ello, los gobiernos europeos ven la crisis especulativa como un "desastre natural", que sólo puede ser resuelta a costa de sacrificar cientos de miles de millones de euros, que por supuesto, van a salir de los gastos sociales y los servicios públicos. Pero los especuladores son jugadores humanos, no volcanes en erupción. Los desastres que provocan sólo son posibles porque les dejamos que lo hagan. Sin embargo, los gobiernos europeos se resisten, a toda costa, a tomar decisiones a nivel de la UE para poner fin a este tipo de desastres.

Exigimos:

1. La puesta en marcha de un verdadero plan de solidaridad con Grecia, de manera que le permita salir de la crisis sin destruir las conquistas sociales, ni aumentar las desigualdades, financiado, vía impuestos, por los que se han beneficiado de la crisis y por las rentas financieras.

2. La posibilidad de que los países de la zona del euro puedan pedir prestado al BCE a la misma tasa que los bancos y, como exigencia general, el control democrático y político sobre el BCE para la zona del euro, con el fin de que pueda dotarse de una política monetaria progresista.

3. La regulación y el control global de los mercados financieros, mediante la creación de un impuesto sobre las transacciones financieras; la prohibición de Credit Default Swaps (Permuta de incumplimiento creditício); el restablecimiento de controles sobre los movimientos de capitales; medidas que prevengan la evasión y elusión fiscal en Grecia y en otros lugares; la declaración ilegal de los paraísos fiscales en Europa y, por extensión, la socialización de los bancos "demasiado grandes para quebrar".

4. La reducción coordinada de los desequilibrios de la balanza exterior comercial y una política salarial coordinada, incluyendo la introducción de mecanismos para introducir un salario mínimo en Europa, que pongan fin de esta manera al dumping social.

5. La introducción de políticas económicas y sociales comunes en la zona euro y la UE, incluyendo la puesta en marcha de un presupuesto europeo efectivo, junto con la armonización fiscal y social al alza, en orden a redefinir la zona euro y crear un espacio de solidaridad económica y social.

6. La no intervención del FMI en los asuntos europeos y el rechazo de las políticas de austeridad que este organismo impone a los países a los hace préstamos .

Hacemos un llamamiento a la sociedad civil en la UE para presionar a sus gobiernos para que promuevan estas propuestas. Todos debemos asegurar que sean rechazados los argumentos o propuestas basados en planteamientos nacionalistas o racistas, así como en el egoísmo nacional. Es tarea de todos promover soluciones que afronten las raíces de la crisis y obliguen a pagar a los que se han beneficiado de este sistema y causado la crisis.

Nuestras propuestas no son más que medidas de emergencia, necesarias para hacer frente a los impactos inmediatos de la crisis y para garantizar que la gran mayoría de los griegos y de la gente de nuestros países no se vean obligados a pagar por una crisis de la que no son responsables. Debemos trabajar todos para hacer posible un sistema financiero alternativo.


Attac Alemania, Attac Austria, Attac Catalunya, Attac España, Attac Flandes, Attac Francia, Attac Grecia, Attac Hungría, Attac Italia, Attac Polonia, Attac Portugal.

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